Soy tatuador desde 2006, cuando hice mi primer tatuaje con una máquina hechiza que fabricó
un amigo. Desde ese momento supe que el arte corporal iba a marcar mi vida. Durante varios
años lo combiné con mi trabajo en la industria metalmecánica, hasta que decidí dedicarme por
completo a lo que realmente me apasiona.
En 2015 inicié mi formación profesional con el artista Adrián Sangronis, y desde entonces he
buscado perfeccionar mi técnica, especialmente en el realismo en sombras. He tenido la
oportunidad de aprender de grandes referentes como Juan Pajo, Pipotattoo, Michael
D’Agostini, Hernán Yepez y Carlos Piedrahita.
A lo largo del camino, he trabajado en distintos estudios reconocidos del país y en 2022 realicé
mi primera gira internacional como tatuador en Europa, participando también en mi primera
convención en Suecia.
Hoy hago parte del equipo de Opio Studio Tattoo®, en Medellín, donde sigo creciendo como
artista, enfocándome en plasmar historias reales en la piel, con técnica, detalle y compromiso.
Además, también me desempeño en el área del body piercing, buscando siempre ofrecer un
trabajo integral y profesional.